Evocar de forma imaginaria a través de los ojos de alguien más un viaje crucial realizado hace más de ocho décadas, ha dado como resultado una serie de obras artísticas que llega al MUSA Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara.
Así es como la fantasía y los hechos documentados nutren las piezas de la exposición Vicente Rojo. 80 años después. Cuaderno de viaje de Francisco Rojo Lluch en el vapor Ipanema. Burdeos-Veracruz, junio-julio de 1939.
Con esta muestra, el artista plástico, recién fallecido en marzo del presente año, deja para los espectadores de su obra cuadros de pequeño formato cargados de historias que recrean la travesía marítima que su padre realizó desde Francia hasta México como exiliado español.
La exhibición es producida por El Colegio Nacional y vio la luz por primera ocasión en 2019 en las instalaciones de dicha instancia. Luego de itinerar por varias ciudades del país, se podrá ver por última vez en Guadalajara.
“En realidad no sabemos a ciencia cierta lo que Francisco Rojo Lluch vivió durante esa travesía porque casi no lo habló con la familia. Vicente era un niño cuando su papá se fue, pero pudimos tener una idea bastante buena de cómo fue la vivencia de todos los que iban a bordo de estos buques a través de los diarios de abordo, de algunos documentos, de listas de pasajeros, fotografías, anotaciones, cartas”, señala Vivian Cárdenas Segura, coordinadora de exposiciones y colecciones de El Colegio Nacional.
Los hechos históricos y los registros facsímiles son solamente una parte de las piezas artísticas, que también tienen plasmados los atardeceres, escenas del mar, componentes del barco, la arena y la playa, entre otros.
“Terminamos la exposición con una fotografía del ingeniero Francisco Rojo en un momento más tranquilo de su vida, ejerciendo su oficio, esperando a su familia, eso es lo que podemos encontrar”.
Esta muestra producida por El Colegio Nacional incluye 34 cuadros, facsímiles de documentos y la maqueta de un buque, y estará en el MUSA hasta el 7 de noviembre.
Fotos: Loreto Pérez y Andrea Báez
